25/1/08

Rayuela


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

11 comentarios:

Marta dijo...

Bendito Cortázar. Uno lee esto y parece que nadie antes ha hablado del beso ni nadie después podrá hacerlo.

Juan Manuel Macías dijo...

Completa y absolutamente de acuerdo con Marta. Gracias por la entrada.

María José dijo...

Es cierto. Bendito él porque después de esta descripción, besar y ser besado, parece aún mejor.

Anónimo dijo...

Para los "millasianos" asturianos de este blog: mañana, día 30, a la una, Millás hablará en el Campus de Humanidades de la Universidad de Oviedo sobre su última novela.
En relación con el magnífico texto de Cortázar,me parece que tampoco está nada, nada mal, aunque con otra fuerza expresiva, la escultura "El beso" de A. Rodin. Dos maneras intensas de ver y comunicar lo mismo.

María José dijo...

A punto estuve de poner la escultura a la que te refieres.
Respecto al encuentro de Millás, está muy bien, si no fuera por lo inoportuno de la hora.
Hace tanto que no me dejo caer por ese campus......

Anónimo dijo...

Quizá me equivoque, pero por la hora y el lugar del encuentro supongo que lo organiza algún profesor del citado campus. También es posible venga por amistad con alguno de ellos. Al menos lo presentará el profesor de Crítica Literaria Rafael Núñez.

María José dijo...

Rafaél Nuñez......sí, es posible.
Fué profesor y me lanzó uno de los mejores piropos "literarios" que me han hecho.
Quizá el único ahora que lo pienso.

Aún recuerdo cuando en una visita con la clase donde cursaba COU fuimos a un encuentro con Juan José Millás.
Nunca olvidaré la cara que puso cuando una compañera mía le extendió una hoja con dibujitos de Mafalda para que le firmara un autógrafo.
Confieso que yo le espeté algo ridículo que en labios de una adolescente queda aún más ridículo, o al menos ahora lo veo así. Bastante así ;)

Los asistentes espero que me cuenten como fue el encuentro. Sois mis hojos y mis oídos.

Marta dijo...

Sí, a Millás lo presentó Núñez, pero la gran, gran, grandísima Magdalena Cueto también tuvo mucho que ver en que estuviera él en el campus.

Anónimo dijo...

En efecto, la profesora millasiana M. C. se merece, por su activísimo y su modo de ser, el calificativo que le da Marta María López

Anónimo dijo...

Veo que en mi comentario de ayer hay una errata, que ahora corrijo: quise decir "su activismo cultural y su modo de ser".

dijo...

yo colgué este mismo fragmento en mi bloc hace un montón de tiempo, el verano pasado creo...
una vez leido no se puede besar sin recordarlo.