25/1/08

Rayuela


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.

Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.





Preparó café recién hecho como a ella le gustaba, con un ligero sabor a canela al final.


Encendió un cigarro.

Se miró al espejo y a pesar de estar despeinada no se vió mal del todo.

Encendió la tele y después de unos minutos haciendo zapping, detuvo su mirada en un canal donde transmitían la entrega de unos premios literarios.

Se sentó, olocó el cojín en su espalda para estar más cómoda y dejó la taza del café junto a los exámentes que aún la quedaban por corregir.

De repente le parece atisbar entre la gente a alguien conocido.

Anuncian el nombre del ganador y la obra premiada.
Teresa intenta coger con sus manos las gafas pero golpea la taza de café derramándose encima de los dichosos exámenes.

La obra ganadora era Cuaderno de Versos para la Luna

23/1/08


Otro nómada llamado José muestra su visión del mundo en unas fotos que podéis ver en la siguientea direcciones:


22/1/08




Es inútil querer alcontrar
la calor de las tus manos
enos picaportes.

Están ajeláos
dende que te juiste
ya no hay quin abra las puertas.


Taresa Lorences

15/1/08




El invierno es más invierno cuando llueve dentro.



14/1/08

Yo poético



Cada vez que publico una nueva entrada, veo con cierta extrañeza, la tendencia generalizada a que aquellos que leéis lo que aquí escribo, penséis en mi - Bluemoon o María José, mi nombre sin máscara- como autora- protagonista.
Me enfada y decepciona que sea así.
Es cierto que las palabras, las canciones escogidas lo son por alguna razón.
Pero también es cierto, que a veces esa razón es bastante peregrina y no tiene porqué significar que me siento de una u otra manera. O que quiero mandar un mensaje encubierto a alguien.
Somos como matruscas.Hay muchos "yo" superpuestos en una persona y no sería ni justo, ni bueno quedarnos con uno solo de los muchos prismas.

Gracias y Saludos

Ángel González


Ahora que él se ha ido, tendré que buscarme a otro que hable por mi cuando a mi no se me ocurre nada que decir y tengo ganas de decir tanto...!

9/1/08

Palabras para Julia



El segundo mejor regalo que un padre puede hacer a su hijo, bajo mi punto de vista.



Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre sólo, una mujer así,
tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella,
tú verás como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname, no sé decirte,
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
José Agustín Goytisolo