25/1/08






Preparó café recién hecho como a ella le gustaba, con un ligero sabor a canela al final.


Encendió un cigarro.

Se miró al espejo y a pesar de estar despeinada no se vió mal del todo.

Encendió la tele y después de unos minutos haciendo zapping, detuvo su mirada en un canal donde transmitían la entrega de unos premios literarios.

Se sentó, olocó el cojín en su espalda para estar más cómoda y dejó la taza del café junto a los exámentes que aún la quedaban por corregir.

De repente le parece atisbar entre la gente a alguien conocido.

Anuncian el nombre del ganador y la obra premiada.
Teresa intenta coger con sus manos las gafas pero golpea la taza de café derramándose encima de los dichosos exámenes.

La obra ganadora era Cuaderno de Versos para la Luna

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Firmaría ahora mismo que eso fuera cierto, aun a costa de los pobres exámenes. Todo se andará.

María José dijo...

Bueno, pues gracias, pero a ver como arregla Teresa lo de los exámenes ;)
En fin, esto forma parte de una idea inacabada que irá adquiriendo más sentido que el aparente ególatra.